Retomado de el UniversalLuis Donaldo Colosio Riojas, hijo del desaparecido candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, contrajo nupcias con María de la Luz García Luna en San Pedro Garza García, Nuevo León.
El enlace matrimonial se efectuó este sábado por la noche en la Parroquia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, en presencia de familiares y amigos de la pareja.
De la clase política priísta, únicamente asistieron a la iglesia la diputada federal electa Cristina Díaz, y el ex gobernador del estado de México, Arturo Montiel, uniéndose en la recepción el senador Eloy Cantú Segovia y el gobernador del estado de Durango, Ismael Hernández.
El primer miembro de la familia Colosio en arribar al templo religioso fue Luis Colosio Fernández, abuelo del novio -en compañía de su esposa Ofelia Murrieta- a quien ayudaron a descender de la camioneta para sentarlo en una silla de ruedas.
“Me alegra que mi nieto sea feliz en este momento decisivo de su vida, estoy seguro que desde donde esté mi hijo Luis Donaldo, también está muy contento”, dijo.
Entre otros familiares de Luis Donaldo, destacó la presencia de su hermana Mariana, Elisa Riojas, hermana de su madre desaparecida también, Diana Riojas, además de Hilda Reyes la abuela materna.
“Les deseo lo mejor a los dos, es justo que tengan una vida plena y feliz, ambos, se lo merecen”, comentó brevemente Elisa Riojas.
Su padre, Luis Donaldo Colosio Murrieta fue asesinado durante la campaña presidencial el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California.
Poco más de 15 años después, el hijo que lleva el mismo nombre de uno de los mayores mártires de las historia priista, se casa con el amor de su vida.
La misa fue oficiada por el padre John Walsh, y al término, la pareja depositó una ofrenda floral ante una imagen de Jesucristo, para después trasladarse al exclusivo Club Industrial, en donde se llevaría a cabo la recepción, amenizada por la banda Metrópoli.
La exclusividad de los derechos del evento religioso, civil y social fue reservado para la revista Hola, de manera que el acceso a la boda religiosa y a la subsecuente recepción fue negado a todos los medios de comunicación.
Al momento que el sacerdote Legionario de Cristo, John Walsh, dio por iniciada la ceremonia, el novio esperó en el altar a su pareja, a quien su padre Eduardo Filiberto García le entregó.
Durante la misa, Luis Donaldo besó la mano de su novia en cinco ocasiones, una antes de que los declararan marido y mujer, una más cuando ante Dios y la sociedad se dijo ya son esposos y posteriormente cuando entrega el anillo, las arras y reciben el lazo que los une.
De manera discreta hicieron acto de presencia en la celebración religiosa, Enrique Regules, compadre del desaparecido Luis Donaldo padre, Cristina Díaz Salazar, diputada federal electa y su hijo Tomás Montoya, sin duda amigos muy íntimos de la familia.
No podían faltar los hijos del ex alcalde de Monterrey Ricardo Canavati Tafich: Elena y Ricardo, acompañado de su esposa Pilar.
Tarde hizo su arribo el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel y también de manera muy sigilosa llegó Alfonso Durazo, ex secretario particular de Luis Donaldo, quien ocupó ese mismo cargo con Vicente Fox, en la Presidencia de la República.
Al terminar la misa, se trasladaron al salón Nuevo León del Club Industrial, donde la joven pareja se casó por lo civil, los padrinos principales fueron don Luis Colosio Fernández y Enrique Regules.
Al concluir la ceremonia civil los novios hicieron su entrada triunfal al salón del banquete.
Otro amigo del papá del novio, Eloy Cantú Segovia, se sentó en la mesa junto con Luis Eugenio Todd –titular del consejo de estudios científicos de Nuevo León- y el empresario Pedro Martín Bringas. En una mesa contigua, Arturo Montiel acompañado de Alfonso Durazo.
Quien llegó ya pasadas las 10 de la noche fue el gobernador del estado de Durango, Ismael Hernández, a quien el joven desposado invitó por ser su amigo personal.
El gran ausente fue Carlos Salinas de Gortari, a quien un inesperado viaje fuera del país le impidió asistir a la boda del hijo de su amigo y se limitó a hacerle una llamada telefónica para desearle mucho éxito y felicidad en esta nueva etapa de su vida.
El enlace matrimonial se efectuó este sábado por la noche en la Parroquia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, en presencia de familiares y amigos de la pareja.
De la clase política priísta, únicamente asistieron a la iglesia la diputada federal electa Cristina Díaz, y el ex gobernador del estado de México, Arturo Montiel, uniéndose en la recepción el senador Eloy Cantú Segovia y el gobernador del estado de Durango, Ismael Hernández.
El primer miembro de la familia Colosio en arribar al templo religioso fue Luis Colosio Fernández, abuelo del novio -en compañía de su esposa Ofelia Murrieta- a quien ayudaron a descender de la camioneta para sentarlo en una silla de ruedas.
“Me alegra que mi nieto sea feliz en este momento decisivo de su vida, estoy seguro que desde donde esté mi hijo Luis Donaldo, también está muy contento”, dijo.
Entre otros familiares de Luis Donaldo, destacó la presencia de su hermana Mariana, Elisa Riojas, hermana de su madre desaparecida también, Diana Riojas, además de Hilda Reyes la abuela materna.
“Les deseo lo mejor a los dos, es justo que tengan una vida plena y feliz, ambos, se lo merecen”, comentó brevemente Elisa Riojas.
Su padre, Luis Donaldo Colosio Murrieta fue asesinado durante la campaña presidencial el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California.
Poco más de 15 años después, el hijo que lleva el mismo nombre de uno de los mayores mártires de las historia priista, se casa con el amor de su vida.
La misa fue oficiada por el padre John Walsh, y al término, la pareja depositó una ofrenda floral ante una imagen de Jesucristo, para después trasladarse al exclusivo Club Industrial, en donde se llevaría a cabo la recepción, amenizada por la banda Metrópoli.
La exclusividad de los derechos del evento religioso, civil y social fue reservado para la revista Hola, de manera que el acceso a la boda religiosa y a la subsecuente recepción fue negado a todos los medios de comunicación.
Al momento que el sacerdote Legionario de Cristo, John Walsh, dio por iniciada la ceremonia, el novio esperó en el altar a su pareja, a quien su padre Eduardo Filiberto García le entregó.
Durante la misa, Luis Donaldo besó la mano de su novia en cinco ocasiones, una antes de que los declararan marido y mujer, una más cuando ante Dios y la sociedad se dijo ya son esposos y posteriormente cuando entrega el anillo, las arras y reciben el lazo que los une.
De manera discreta hicieron acto de presencia en la celebración religiosa, Enrique Regules, compadre del desaparecido Luis Donaldo padre, Cristina Díaz Salazar, diputada federal electa y su hijo Tomás Montoya, sin duda amigos muy íntimos de la familia.
No podían faltar los hijos del ex alcalde de Monterrey Ricardo Canavati Tafich: Elena y Ricardo, acompañado de su esposa Pilar.
Tarde hizo su arribo el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel y también de manera muy sigilosa llegó Alfonso Durazo, ex secretario particular de Luis Donaldo, quien ocupó ese mismo cargo con Vicente Fox, en la Presidencia de la República.
Al terminar la misa, se trasladaron al salón Nuevo León del Club Industrial, donde la joven pareja se casó por lo civil, los padrinos principales fueron don Luis Colosio Fernández y Enrique Regules.
Al concluir la ceremonia civil los novios hicieron su entrada triunfal al salón del banquete.
Otro amigo del papá del novio, Eloy Cantú Segovia, se sentó en la mesa junto con Luis Eugenio Todd –titular del consejo de estudios científicos de Nuevo León- y el empresario Pedro Martín Bringas. En una mesa contigua, Arturo Montiel acompañado de Alfonso Durazo.
Quien llegó ya pasadas las 10 de la noche fue el gobernador del estado de Durango, Ismael Hernández, a quien el joven desposado invitó por ser su amigo personal.
El gran ausente fue Carlos Salinas de Gortari, a quien un inesperado viaje fuera del país le impidió asistir a la boda del hijo de su amigo y se limitó a hacerle una llamada telefónica para desearle mucho éxito y felicidad en esta nueva etapa de su vida.
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