Ricardo Vera Franco
Tláhuac. Distrito Federal.- Uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública, gendarmes pertenecientes a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, así como funcionarios y empleados de Ecología y delegación Tláhuac, a cargo de Rubén Escamilla Salinas actuando con violencia y abuso de autoridad, sembraron el terror entre pobladores de la comunidad denominada TECPINGO. Perteneciente a esta demarcación.
A temprana hora hicieron acto de presencia en el predio TECPINGO, más de 300 policías a caballo y granaderos, encabezados por Samuel Ibarra Vargas sujeto que se identifico como fiscal de Ecología para delitos ambientales, manifestando a humildes pobladores que estaban ocupando un área de reserva ecológica que además tiene propietario de nombre Carlos Lezama Escobar “ más conocido en el rumbo como el “Español, “así es que de volada saquen todo lo de valor que tengan dentro de sus casas, por que entrara maquinaria a demoler su porquería de casas y quien se oponga será remitido ante el Agente del Ministerio Público, encarcelado sin derecho a fianza”, amenazó sonriente el gorilesco funcionario.
Y aunque algunas familias no tuvieron oportunidad de extraer de sus inmuebles pertenencias, eso no importo “al fiscal del Diablo”, quien ordeno destruir las casitas, suplicas de las gentes no conmovieron a demoledores, estos de inmediato gustosos y con exceso de violencia procedieron a la destrucción, saqueo y robo presuntamente por personal de la delegación Tláhuac y Ecología, para beneplácito del “Fiscal del Diablo”.
Por otro lado nos enteramos que “el gachupin” Carlos Lezama Escobar, supuesto propietario del área individuo que no acredita su presunción, pero que sin embargo al parecer sirve a intereses de la empresa denominada SORIANA, compañía que dispuso de vigilantes privados para resguardo del terreno, acción sospechosa, si el desalojo, destrucción y saqueo fuera legal, el predio debería estar protegido por uniformados de la Secretaria de Seguridad Pública, o de cualquier otro gendarme de una de tantas dependencias oficiales, no por elementos de seguridad privada.
Se rumora que el Fiscal del Diablo, Lezama Escobar y el jefe delegacional Escamilla Salinas, se han coludido para servir a SORIANA. Y sin importarles lesionar física, moral y económicamente al proletariado, violaron de manera descarada y flagrante derechos Constitucionales, dicen afectados jamás fueron notificados como lo establece la ley, una dama logró arrebatar de manos del satánico fiscalizador, documento donde se establece que la expulsión humana seria en terrenos “El Zapote y se ejecuto en TECPINGO. La pregunta habrá alguna instancia judicial que obligue a estos depredadores a pagar por los múltiples daños.
Dijo el inspector del Demonio, que por decreto (jamás lo mostró), el ZAPOTE. Es reserva ecológica, su latrocinio lo cometieron en tierra de TECPINGO. SI el extenso lugar más de 30 hectáreas fuera considerado reserva ecológica, no se hubiera autorizado establecer enormes “Salchichas” con gas, empresa elaboradora de cemento para construcción, gigantesca nave de concreto y planta de energía eléctrica. Se rumora que funcionarios de Ecología, genízaros y demás gavilleros, actuaron por lograr intereses personales, ya que sirven a la compañía SORIANA. Que proyecta establecer gigantesco Centro Comercial, motivo por el cual “gentes de escasos recursos no merece estar en el ambicionado lugar”, una ves más los ideales de Zapata ha cien años de su lucha son aplastados por corruptos servidores públicos, ¿con estas acciones “gubernamentales” habrá que celebrar el centenario de la Revolución?
Tláhuac. Distrito Federal.- Uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública, gendarmes pertenecientes a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, así como funcionarios y empleados de Ecología y delegación Tláhuac, a cargo de Rubén Escamilla Salinas actuando con violencia y abuso de autoridad, sembraron el terror entre pobladores de la comunidad denominada TECPINGO. Perteneciente a esta demarcación.
A temprana hora hicieron acto de presencia en el predio TECPINGO, más de 300 policías a caballo y granaderos, encabezados por Samuel Ibarra Vargas sujeto que se identifico como fiscal de Ecología para delitos ambientales, manifestando a humildes pobladores que estaban ocupando un área de reserva ecológica que además tiene propietario de nombre Carlos Lezama Escobar “ más conocido en el rumbo como el “Español, “así es que de volada saquen todo lo de valor que tengan dentro de sus casas, por que entrara maquinaria a demoler su porquería de casas y quien se oponga será remitido ante el Agente del Ministerio Público, encarcelado sin derecho a fianza”, amenazó sonriente el gorilesco funcionario.
Y aunque algunas familias no tuvieron oportunidad de extraer de sus inmuebles pertenencias, eso no importo “al fiscal del Diablo”, quien ordeno destruir las casitas, suplicas de las gentes no conmovieron a demoledores, estos de inmediato gustosos y con exceso de violencia procedieron a la destrucción, saqueo y robo presuntamente por personal de la delegación Tláhuac y Ecología, para beneplácito del “Fiscal del Diablo”.
Por otro lado nos enteramos que “el gachupin” Carlos Lezama Escobar, supuesto propietario del área individuo que no acredita su presunción, pero que sin embargo al parecer sirve a intereses de la empresa denominada SORIANA, compañía que dispuso de vigilantes privados para resguardo del terreno, acción sospechosa, si el desalojo, destrucción y saqueo fuera legal, el predio debería estar protegido por uniformados de la Secretaria de Seguridad Pública, o de cualquier otro gendarme de una de tantas dependencias oficiales, no por elementos de seguridad privada.
Se rumora que el Fiscal del Diablo, Lezama Escobar y el jefe delegacional Escamilla Salinas, se han coludido para servir a SORIANA. Y sin importarles lesionar física, moral y económicamente al proletariado, violaron de manera descarada y flagrante derechos Constitucionales, dicen afectados jamás fueron notificados como lo establece la ley, una dama logró arrebatar de manos del satánico fiscalizador, documento donde se establece que la expulsión humana seria en terrenos “El Zapote y se ejecuto en TECPINGO. La pregunta habrá alguna instancia judicial que obligue a estos depredadores a pagar por los múltiples daños.
Dijo el inspector del Demonio, que por decreto (jamás lo mostró), el ZAPOTE. Es reserva ecológica, su latrocinio lo cometieron en tierra de TECPINGO. SI el extenso lugar más de 30 hectáreas fuera considerado reserva ecológica, no se hubiera autorizado establecer enormes “Salchichas” con gas, empresa elaboradora de cemento para construcción, gigantesca nave de concreto y planta de energía eléctrica. Se rumora que funcionarios de Ecología, genízaros y demás gavilleros, actuaron por lograr intereses personales, ya que sirven a la compañía SORIANA. Que proyecta establecer gigantesco Centro Comercial, motivo por el cual “gentes de escasos recursos no merece estar en el ambicionado lugar”, una ves más los ideales de Zapata ha cien años de su lucha son aplastados por corruptos servidores públicos, ¿con estas acciones “gubernamentales” habrá que celebrar el centenario de la Revolución?
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