Alfonso Reyes,
Mexicano Universal
Con varias conferencias en la Ciudad de México, se celebra este año el 120 aniversario del nacimiento de Alfonso Reyes, humanista universal dedicado que vivió para las letras, nacido en la Ciudad de Monterrey y cuyos restos mortales se encuentran en la Rotonda de los Hombres Ilustres, que también atesora los de otros prohombres que le dieron a México su inteligencia, sabiduría e incluso su vida.
Alfonso Reyes fue hijo del general Bernardo Reyes, muerto durante la Decena Trágica ocurrida durante la Revolución Mexicana, y de cuyo fallecimiento el propio escritor y poeta escribiera sus sentidos recuerdos e impresiones en el libro Parentalia.
Es el recordado en estas líneas uno de los personajes más notorios e interesantes en la historia cultural, pues dedicó su vida completa y activa durante más de 50 años a la literatura en sus diversos géneros: prosa, poesía, ensayo principalmente, en los cuales destacó como un acoplador de la cultura milenaria de la Antigua Grecia, de los escritores latinos, de los escritores del Siglo de Oro Español y del estudio vasto de las corrientes literarias de nuestro país, abarcando el Periodo Precolombino, el de la Colonia; del deslumbrante último tercio siglo XIX mexicano y hasta su muerte ocurrida en 1959, es decir del siglo XX en nuestro país, pletórico de cambios revolucionarios realizados por las necesidades económicas y sociales de nuestro pueblo, fenómeno político del cuál en el olimpo de las letras nuestros escritores fueron estrellas señeras.
En este campo son destacados los comentarios que a una obra de juventud de Reyes, Visión de Anahuac, le celebraron en su época (1915), renombrados autores del orbe. Es muy conocida la frase que encabeza esta obrita: “Viajero, has llegado a la región más transparente del aire”, palabras que trascienden los tiempos de nuestro reloj histórico para explayarse en verdaderas sentencias por su exactitud y paradigma. Con una prosa poética de altos registros, Reyes ensalza en este libro lo mirado y admirado por los conquistadores españoles al espectáculo que les ofrecía la gran urbe de una civilización desarrollada entonces, la de México Tenochtitlan.
Revolucionó la prosa castellana presentándola amena y fácil a la lectura en la cual adquirió, “después de vencer la pesada herencia del párrafo largo, la soltura extraordinaria, el estilo ágil, audaz de toques rápidos y luminosos”, según Pedro Henriquez Ureña, su contemporáneo; o como dijo sobre el mismo tema el argentino Jorge Luis Borges: “…de su tan laureada escritura”. De sus estudios sobre la cultura helénica, brotaron dramas en una obra poética que traslada las pasiones humanas al presente y les da un giro contra el fatalismo como en su Ifigenia Cruel: “Hay quien perdió su recuerdo / y se ha consolado ya…/ y cambia el sueño de los ojos / por el sueño de su corazón”.
En el Arte Poética evoluciona el verso en líneas como las siguientes:
“Remo en borrasca, / ala en huracán: / la misma furia que me azota / es la que me sostendrá”
En los tiempos modernos que vivimos en México encontrándonos arrinconados contra nuestra suerte por el actual destino trágico de nuestro país, bien vale la pena leer o releer a Alfonso Reyes, quien con su vida consagrada a la literatura, propuso por una búsqueda que vaya hasta el conocimiento profundo de lo mexicano, hasta encontrar el leitmotiv de nuestras limitaciones, de nuestros defectos y riquezas espirituales, recursos que nos relancen en sociedad a la lid donde alcanzar todas nuestras realizaciones humanas.
Señor director, le envió la anterior colaboración con el propósito de interesarlo en la publicación de ella en su distinguido medio de comunicación.
Javier Montaño Vega. Delegado en el Estado de México de la
Agrupación Política Nacional Humanista Demócrata José María Luís Mora.
Fecha: 20 de agosto de 2009
Con varias conferencias en la Ciudad de México, se celebra este año el 120 aniversario del nacimiento de Alfonso Reyes, humanista universal dedicado que vivió para las letras, nacido en la Ciudad de Monterrey y cuyos restos mortales se encuentran en la Rotonda de los Hombres Ilustres, que también atesora los de otros prohombres que le dieron a México su inteligencia, sabiduría e incluso su vida.
Alfonso Reyes fue hijo del general Bernardo Reyes, muerto durante la Decena Trágica ocurrida durante la Revolución Mexicana, y de cuyo fallecimiento el propio escritor y poeta escribiera sus sentidos recuerdos e impresiones en el libro Parentalia.
Es el recordado en estas líneas uno de los personajes más notorios e interesantes en la historia cultural, pues dedicó su vida completa y activa durante más de 50 años a la literatura en sus diversos géneros: prosa, poesía, ensayo principalmente, en los cuales destacó como un acoplador de la cultura milenaria de la Antigua Grecia, de los escritores latinos, de los escritores del Siglo de Oro Español y del estudio vasto de las corrientes literarias de nuestro país, abarcando el Periodo Precolombino, el de la Colonia; del deslumbrante último tercio siglo XIX mexicano y hasta su muerte ocurrida en 1959, es decir del siglo XX en nuestro país, pletórico de cambios revolucionarios realizados por las necesidades económicas y sociales de nuestro pueblo, fenómeno político del cuál en el olimpo de las letras nuestros escritores fueron estrellas señeras.
En este campo son destacados los comentarios que a una obra de juventud de Reyes, Visión de Anahuac, le celebraron en su época (1915), renombrados autores del orbe. Es muy conocida la frase que encabeza esta obrita: “Viajero, has llegado a la región más transparente del aire”, palabras que trascienden los tiempos de nuestro reloj histórico para explayarse en verdaderas sentencias por su exactitud y paradigma. Con una prosa poética de altos registros, Reyes ensalza en este libro lo mirado y admirado por los conquistadores españoles al espectáculo que les ofrecía la gran urbe de una civilización desarrollada entonces, la de México Tenochtitlan.
Revolucionó la prosa castellana presentándola amena y fácil a la lectura en la cual adquirió, “después de vencer la pesada herencia del párrafo largo, la soltura extraordinaria, el estilo ágil, audaz de toques rápidos y luminosos”, según Pedro Henriquez Ureña, su contemporáneo; o como dijo sobre el mismo tema el argentino Jorge Luis Borges: “…de su tan laureada escritura”. De sus estudios sobre la cultura helénica, brotaron dramas en una obra poética que traslada las pasiones humanas al presente y les da un giro contra el fatalismo como en su Ifigenia Cruel: “Hay quien perdió su recuerdo / y se ha consolado ya…/ y cambia el sueño de los ojos / por el sueño de su corazón”.
En el Arte Poética evoluciona el verso en líneas como las siguientes:
“Remo en borrasca, / ala en huracán: / la misma furia que me azota / es la que me sostendrá”
En los tiempos modernos que vivimos en México encontrándonos arrinconados contra nuestra suerte por el actual destino trágico de nuestro país, bien vale la pena leer o releer a Alfonso Reyes, quien con su vida consagrada a la literatura, propuso por una búsqueda que vaya hasta el conocimiento profundo de lo mexicano, hasta encontrar el leitmotiv de nuestras limitaciones, de nuestros defectos y riquezas espirituales, recursos que nos relancen en sociedad a la lid donde alcanzar todas nuestras realizaciones humanas.
Señor director, le envió la anterior colaboración con el propósito de interesarlo en la publicación de ella en su distinguido medio de comunicación.
Javier Montaño Vega. Delegado en el Estado de México de la
Agrupación Política Nacional Humanista Demócrata José María Luís Mora.
Fecha: 20 de agosto de 2009
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